Emily Camp fue golpeada por la grave enfermedad cuando tenía apenas nueve meses. La niña sufre de cistinosis, una rara dolencia hereditaria que afecta a los órganos interiores y que se caracteriza por la acumulación de aminoácidos de cistina.
Por desgracia, la cistina se acumula en el organismo no solo de Emily, que ya tiene ya tres años de edad, sino también de su hermana menor, de un año y medio. En forma de pequeños cristales, estos se concentran en su riñón, pulmones y otros órganos del bebé.
Cabe mencionar que aún no hay cura para la cistinosis. Sin un tratamiento específico, los niños con esta enfermedad desarrollan una falla renal a los nueve años aproximadamente.
Si los pacientes con cistinosis reciben un trasplante, el nuevo riñón no será afectado nuevamente por la enfermedad, sin embargo sin tratamiento específico, la acumulación de cistina causa complicaciones en otros órganos del cuerpo.
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