Hace cinco años Robyn O´Brien era una mamá estadounidense promedio, ocupada con sus cuatro hijos, viviendo bajo un presupuesto limitado y no estaba interesada en lo más mínimo en dar conferencias enseñando a las personas cómo alimentar a sus hijos. Entonces, un día, después de darle a sus hijos el desayuno que comían comúnmente que consistía en waffles Eggo, yogurt color azul y huevos revueltos, su hijo menor de repente tuvo una reacción alérgica aguda. Ese mismo día, Robyn se adentro a investigar sobre las alergias por alimentos y prácticamente de la noche a la mañana, Robyn se convirtió en una activista de los alimentos de verdad.
Ella rápidamente aprendió que los alimentos que venden en los supermercados no son necesariamente seguros. Al contrario, en la actualidad muchos, sino es que todos, contienen ingredientes “extraños” que jamás han sido probados en cuanto a su seguridad.
Obviamente cuando uno ve las estadísticas se puede dar cuenta que esto es algo malo. Entre 1997 y el 2002 el número de personas alérgicas al maní se duplico y el número de hospitalizaciones relacionadas con reacciones alérgicas a alimentos aumento en un impresionante 265 por ciento. Hoy en día, uno de cada 17 niños tiene alguna forma de alergia a los alimentos. Y las tasas de alergias van en aumento.
Cuando se considera que una reacción alérgica a los alimentos sucede cuando su cuerpo reacciona a una proteína proveniente de los alimentos por ser un invasor extraño (como sucede con los virus y bacterias) que desencadena una respuesta inflamatoria, entonces surge la pregunta obvia:
¿En la Actualidad Hay Algo “Extraño” en Nuestros Alimentos que No Había en el Pasado?
¡Por supuesto!
Los alimentos procesados en general pueden contribuir con las alergias por una serie de razones diferentes. La mayoría de los alimentos procesados contienen una variedad de colorantes, saborizantes, conservadores y otros aditivos que pueden tener un impacto importante. Pero hay otro peligro aún más insidioso asechando los supermercados estadounidenses…
A mediados de la década de 1990, nuevas proteínas alimentarias fueron creadas e introducidas a nuestro suministro de alimentos y al día de hoy aún muchas personas no tienen ni idea sobre esto. Como afirma O´Brien, está claro que esto se hizo para maximizar las ganancias de la industria de alimentos, sin embargo NO se realizaron pruebas en seres humanos para ver si estas proteínas genéticamente modificadas en realidad eran seguras para el consumo tanto animal como humano.
Uno de los primeros alimentos que sufrió este cambio fue la leche, que por cierto es el principal alimento alergénico en los Estados Unidos.
En 1994, la industria de productos lácteos comenzó a utilizar hormonas de crecimiento transgénicas o genéticamente modificadas, la rBGH (hormona recombinante del crecimiento bovino) en las vacas con el fin de aumentar la producción de leche. Sin embargo, el resultado fueron tasas más altas de enfermedades en los animales tratados.
Para contrarrestar los efectos de la enfermedad, los productores de lácteos también tuvieron que empezar a utilizar antibióticos, que actualmente sabemos es uno de los factores que impulsan el aumento de superbacterias resistentes a los antibióticos en los seres humanos.
Aunque Canadá, Reino Unido, Nueva Zelanda y otros 27 países europeos se negaron a utilizar rBGH debido al hecho de que no había sido probada como segura, Estados Unidos adoptó una postura opuesta y básicamente decidió que como no se había probado que era peligrosa, entonces sería permitida…
Tan inconcebible como parezca, antes de que la rBGH fuera utilizada en la leche- y cualquier otro producto lácteo-que millones de personas consumen a diario, ¡sólo había sido probada en 30 ratas durante 90 días!
Por Qué Debería Preocuparle la rBGH en su Leche
Samuel Epstein, MD, un científico de Escuela de Salud Pública de la Universidad de Illinois, es uno de los principales expertos en la prevención del cáncer. Con frecuencia es llamado para aconsejar al Congreso sobre las cosas en el medio ambiente que podrían causar cáncer y ha escrito ocho libros, incluyendo dos sobre este tema en particular llamados, “What’s in Your Milk?” y “Got (Genetically Engineered) Milk?”
En sus libros, el Dr. Epstein explica que la leche con rBGH es “cualitativa y cuantitativamente diferente a la leche natural” y que está “supercargada con altos niveles de un factor de crecimiento natural (IGF-1), que en niveles excesivos ha sido incriminado como una de las causas principales del cáncer de mama, colon y próstata.”
Además de los niveles elevados de IGF-1, otras diferencias entre la leche natural y la leche con rBGH incluyen:
Contaminación de la leche por la hormona rBGH genéticamente modificada | Contaminación por pus y antibióticos resultado de la alta incidencia de mastitis en vacas inyectadas con rBGH |
Contaminación con antibióticos y drogas ilegales utilizadas para tratar la mastitis y otras enfermedades causadas por la rBGH | Aumento de la concentración de la hormona tiroidea tiroxina-5 monodeidonasa |
Aumento de la concentración de cadenas largas y disminución de cadenas cortas de ácidos grasos | Una reducción en los niveles de la proteína láctica llamada caseína |
Conociendo esto, O´Brien comenzó a investigar las tasas de cáncer y he aquí cuando descubrió que los Estados Unidos tiene la tasa más alta de cáncer que cualquier otro país en el planeta. De acuerdo con las estadísticas que recopiló, se espera que a uno de cada dos hombres y a una de cada tres mujeres les de cáncer en su vida. Una de cada ocho estadounidenses mujeres tiene cáncer de mama y tan sólo uno de cada 10 casos de cáncer de mama se atribuye a la genética.
El noventa por ciento de los casos son provocados por factores ambientales.
¿Qué Pasa con Nuestra Soya y Nuestro Maíz?
Otro ingrediente común en los alimentos procesados es la soya, que también es uno de los ocho principales alimentos alergénicos. Y una vez más, vemos la presencia de algo “extraño” ya que la gran mayoría de la soya que actualmente se cultiva en los Estados Unidos es genéticamente modificada para que pueda soportar las dosis masivas de pesticidas.
Lo mismo ocurre con el maíz.
Las alergias al maíz van en aumento y mientras que algunos tipos de maíz genéticamente modificados están diseñados para soportar el pesticida Roundup de Monsanto, otras variedades están diseñadas para crear su propio pesticida interno (toxina Bt).
La industria biotecnológica afirma que no existen riesgos para la salud por los cuales preocuparse que puedan ser causados por estos alimentos alterados. En el caso del maíz que contiene Bt, la preocupación de que su intestino pueda convertirse en una fábrica de pesticidas fue omitida con afirmaciones que decían que la toxina Bt no sobrevive una vez que se ingiere.
Sin embargo, el mes pasado, un estudio reveló que la toxina Bt fue detectada en:
- El 93 por ciento de las muestras de sangre materna
- El 80 por ciento de las muestras de sangre fetal
- El 69 por ciento de las muestras de sangre de mujeres que no estaban embarazadas
Resulta que, después de todo no se puede remplazar los estudios sobre seguridad actuales con mentiras. Otra revisión reciente de 19 estudios en animales sobre organismos transgénicos o genéticamente modificados (OGM) reveló que casi el 10 por ciento de la sangre, orina, órganos y demás parámetros analizados se vieron significativamente influenciados por los OGMs, con el hígado y los riñones como los más afectados.
Además, Jeffrey Smith, director ejecutivo del Instituto para la Tecnología Responsable y autor de dos libros sobre el tema, ya ha documentado más de 65 riesgos graves a la salud causados por los productos GM de todo tipo.
Entre ellos:
- Las crías de ratas alimentadas con soya GM mostraron un incremento de cinco veces en la mortalidad, menos peso al nacer y la incapacidad de reproducirse
- Los ratones alimentados con soya GM tuvieron daño en las células de esperma
- Los embriones de las crías de las ratas alimentadas con soya GM tuvieron un funcionamiento de ADN alterado
- Muchos agricultores estadounidenses reportaron esterilidad o problemas de fertilidad en cerdos y vacas alimentados con variedades de maíz GM
Signos de Sensibilidad y Alergia a Alimentos
Paradójicamente, los alimentos que por lo general son los que más le gustan son los que le causan más problemas, así que ese es un buen lugar para empezar. Los alimentos por los que más antojo siente por lo general son la leche, el helado, la pasta o el pan. Otras preguntas que pueden ayudarlo a determinar si podría sufrir de sensibilidad o alergia a los alimentos, son:
- ¿Experimenta hinchazón, gas, eructos o cualquier tipo de problema digestivo después de las comidas?
- ¿Padece de estreñimiento crónico o diarrea?
- ¿Se le tapa la nariz después de comer?
- ¿Se siente con menos energía o somnoliento después de comer?
- ¿Padece de migrañas y dolores de cabeza frecuentemente?
- ¿Alguien en su familia es alérgico a algún alimento?
Si respondió sí a cualquiera de las preguntas, entonces tal vez necesite investigar más sobre el tema.
Cómo Determinar a Qué Alimentos es Alérgico
Si cree que está sufriendo de una alergia a los alimentos y nota síntomas poco después de comer un alimento especifico, entonces es un buen lugar para comenzar. Tome en cuenta que también puede ser sensible a los aditivos alimenticios como los colorantes artificiales, conservadores y saborizantes (MSG), así que será necesario que lea la etiqueta de los productos si está teniendo síntomas de alergia.
Una de las mejoras cosas que puede hacer si cree que está sufriendo de alergia a los alimentos es hacer una dieta de eliminación. Simplemente remueva de su alimentación todos los alimentos que usted cree le están causando alergia y vea si sus síntomas desaparecen en los siguientes días. Probablemente necesite llevarlo a cabo durante cinco días para poder determinarlo por completo.
Si los síntomas desaparecen en un día, entonces tiene su respuesta. El verdadero factor decisivo es reintroducir el alimento o bebida (con el estómago vacío). Si el alimento sospechoso es el culpable entonces volverá a sentir los síntomas en un período de una hora.
Esto puede ser difícil de hacer si usted come muchos alimentos procesados, ya que por lo general contiene ingredientes “ocultos” como maíz, soya, leche, trigo y aditivos artificiales que muchas veces causan problemas. Los alimentos de los que más debe sospechar son aquellos que come a diario o más de una vez a la semana, ya que también se le antoja comer estos alimentos por la noche. En casos extremos en donde es muy difícil aislar los alimentos de los que se sospecha, lo que puede hacer es ayunar para ver si los síntomas desaparecen.
Evitar los Ingredientes Extraños es Benéfico para Todos
Como lo discutí anteriormente, cuando su cuerpo encuentra algo que considera un invasor extraño, entonces los síntomas de alergia son efectos secundarios naturales. Sin embargo, existe evidencia que sugiere que incluso si usted no presenta síntomas de alergia, los alimentos genéticamente modificados NO son completamente compatibles con la biología humana y a largo plazo, todo puede suceder…
Como lo mencioné antes, la infertilidad es un efecto secundario recurrente en estudios animales. Ya sea que esto pueda o no ocurrirle a los seres humanos es algo que aún se desconoce.
Por lo tanto, evitar los alimentos transgénicos o GM debería ser la prioridad de cualquier persona, ya sea que tenga sensibilidad a los alimentos o no. Como dice O´Brien, no podemos esperar a que lo aprueben. Debemos empezar a actuar para nuestro propio beneficio.
“No hay nada más patriótico que podamos hacer,” dice O´Brien.
Si usted todavía no tiene una copia de la Guía de Compras de Productos No Transgénicos o GM, por favor imprima una y revísela con frecuencia. Puede ayudarle a identificar y evitar alimentos con Organismos Genéticamente Modificados. También recuerde buscar productos (incluyendo los productos orgánicos) que tengan el Sello de No-Transgénicos o GM para asegurarse que los ingredientes han sido probados en cuanto a su contenido de OGMs. También puede descargar la aplicación gratuita para iPhone que esta disponible en la iTunes.
Puede encontrarla poniendo ShopNoGMO en el buscador de aplicaciones.
Cuando le sea posible, compre productos frescos y carnes en granjas locales que estén comprometidas con el uso de semillas no transgénicas o GM y evite los alimentos procesados no orgánicos tanto como le sea posible, ya que prácticamente el 100 por ciento de ellos contiene ingredientes GM.
Los alimentos genéticamente modificados son, desde mi punto de vista, una de las amenazas más grandes que tenemos en contra de la sostenibilidad dela raza humana, así que todo lo que pueda hacer para evitarlos es un paso en la dirección correcta para la humanidad.
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